VARGASTEJADA TEATRO CASA DE FU 2022
En este teatro de cercanía, no menos importante que la distancia física, es el porqué se abordan y construyen, se crean los argumentos, los personajes, las situaciones, los conflictos; el impulso que se convierte en forma.
Hay siempre una causa y un propósito. Más en el teatro que es la acción. En la ficstoria habitualmente aparece la intención de comprender por el origen y, de inmediato, el propósito develador. El teatro es por el público.
La distancia temporal, es decir, el análisis de las series de sucesos y condiciones humanas que recoge la historia, es el pienso de este teatro ficstórico. Allí se concentra la intención, mientras que el propósito se puede inclinar hacia la pedagogía, la crítica o la acción comunicativa.
Separarse en el tiempo para acercarse en el espacio. Mirar atrás para ver adelante. Estudiar la historia para pensar el futuro. La “ficstoria cercana” es la “lejana proximidad”; más que una bonita paradoja, viene a ser una estrategia para el encuentro que, a fin de cuentas, es lo importante. La ‘Cercanía’ como distancia temporal que permite comprender y construir.
Entre el impulso inicial y la estructura del relato, no solo dramático, teatral, existe un territorio dinámico, una geografía atravesada por múltiples opciones, visiones, intereses, temores, exaltaciones, decisiones que se resuelven por cauces inesperados, en los que el azar, a veces, resulta sabio, la intuición, conocimiento y el trabajo, emplumado capitán.
Así creadas las dramaturgias, entre torrentes, raudales, marismas, cordilleras, abismos y desiertos, transitan por ellas muchedumbres de héroes, antihéroes, sombras, presencias y sueños, como por un mapa que prefigura los países del encuentro que es el teatro.
La pulsión y el entorno social están presentes antes del inicio y luego del final. En esa tensión surgen el punto de vista, la textura del personaje, las marcas de su contexto, su temporalidad, la situación que mueve la acción, por interior y secreta que esta sea, su conflicto y su quiebre, porque todo termina.
No basta la pieza bien construida. Es necesaria una pulsión interior y un marco de congéneres, de sociedad. Una relación ´cercana´ de las formas con las intenciones y los propósitos que, además, debe estar bien hecha. Nada menos que ‘arte’ cerca del espectador, perceptible, cocreador, coproductor, cómplice del acto.
Rendidos ante la evidencia, es claro que no caerán los grandes estadios, ni los grandes formatos, ni los andamios, que son hoy resultado de largos años de desarrollo tecnológico y acumulación de poderosos intereses. Solo hallarán en el contraste, motivos de reflexión y ajuste de lenguajes y temas.
Nada nuevo bajo el cielo. Las aguas seguirán su curso y llegarán al mar y llevarán consigo el llanto, el encono, la rabia, la alegría, el festejo, la pasión. Permanecerán en la memoria: la que da forma al deseo, la que relaciona la realidad con la ficción; como el teatro.
A menos que se desnaturalicen. Pero ¿es naturaleza el arte? ¿Es eso lo que asoma en el panorama de crisis en distintos frentes de la cultura? ¿La desnaturalización? De ser así, para poco servirían ya los andamios, en tanto que el arte…
CRT
Mn de Fu
31 de diciembre de 2022
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